El 25 de agosto de 1939, dos hombres estaban excavando el fondo de una cueva en el suroeste de Alemania. La Segunda Guerra Mundial estaba por estallar y ambos -el anatomista Robert Wetzel y el geólogo Otto Völzing- acababan de recibir sus llamados al servicio activo. Era el último día en la excavación.
FUENTE: BBC Mundo
Cuando estaban a punto de empacar sus herramientas, descubrieron fragmentos diminutos de marfil de mamut que parecía haber sido tallado por humanos.
No había tiempo para examinarlos, así que recogieron sus cosas y se marcharon.
Los fragmentos quedaron guardados en el Museo de Ulm.
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